Una experiencia rocambolesca vivida por una familia inglesa que habría dejado a su hijo de 5 años entretenerse delante de una pantalla de ordenador.

A los pocos minutos, el niño hubiera conseguido perder más de 60.000€ en un sitio de apuestas en línea.

Afortunadamente para los padres, el juez encargado del asunto considera que el contrato firmado con sitio no es "equitativo" a pesar de las 49 páginas muy detalladas. En efecto, para este último, "estos términos son totalmente insuficientes e incapaces de hacer el cliente responsable de transacciones no autorizadas".

El sitio no tendrá otra elección que devolver el dinero al titular de la cuenta, pero sus representantes ya anunciaron querer acudir a la sentencia.

Un consejo si tienes hijos y que juegas online, ¡no olvides apagar tu ordenador antes de irte!