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Historia de una familia de jugadores: Los Pelayos

Historia de una familia de jugadores: Los Pelayos

Durante años el “clan” de Los Pelayos, una familia española de Madrid aprovecharon las vulnerabilidades de los casinos.


Hicieron literalmente volar el banco, el de los casinos. Madrid, Tenerife, Viena, Copenhague, Londres, entre otros, y por supuesto donde confirmaron su técnica, Las Vegas!

La familia Pelayo, Los Pelayos para los más íntimos, desafió las ruletas del mundo entero, y les ganaron!

Un sueño universal hecho realidad gracias a una técnica desarrollada por Gonzalo García Pelayo, barba blanca y ojo maligno, el padre: "una mañana, me desperté pensando: "ninguna máquina es perfecta." Los relojes de los relojeros suizos y las lanzaderas de la Nasa no lo son. Entonces me dije que las ruletas no debían serlo tampoco: un trozo de madera más duro en un lugar que en otro, una diferencia de menos de un milímetro entre dos compartimientos... Son factores invisibles pero que podían conducir la bola a alojarse más a menudo en ciertos números."

Considerando esta supuesta debilidad, Gonzalo García Pelayo empezó a frecuentar con regularidad el casino de Madrid y anotó las cifras ganadores de cada ruleta para averiguar su teoría. Confesó: "Tenía razón. Rápidamente, observé que cada ruleta tenía números que salían más a menudo que otros. Pero la tendencia observada no tenía valor de demostración. Para que sea el caso, había que censar por lo menos 5 000 lanzamientos de bola por ruleta." O sea unos 15 días de estudio por máquina. Para eso, Gonzalo García Pelayo acude a los miembros del clan familiar, su “flotilla”. Al mando: Ivan, el hijo, rodeado de sus primos. Todos Pelayos, con edad de unos 20 años, desplegándose alrededor de las mesas de juego.

Cada ruleta es observada con atención. La menor raya es una información capital que permite identificar el aparato. Doce horas al día, de la apertura al cierre del casino, con relevos cada seis horas. Luego las listas interminables de cifras se transmiten a Gonzalo que saca estadísticas, investiga probabilidades de victoria.

Su objetivo: tomar la ventaja sobre el casino. Explica: "En la ruleta, el jugador tiene una desventaja sobre el casino porque hay 37 cifras (con el 0), o sea una posibilidad de cada 37 veces de ganar. Pero cuando se gana, nos pagan sólo 35 veces la apuesta. A largo plazo, el jugador pierde. Es matemático. Yo, quería alterar esta tendencia. " De matemáticas, Gonzalo no sabía mucho. Para llevar a cabo su proyecto, pidió la ayuda de un amigo, profesor de estadísticas. Ese le enseña las leyes de manera intensiva. Poco a poco, los resultados caen, positivos: cada ruleta desempeña tendencias significativas. Fue entonces la hora de empezar a apostar. En el verano de 1992, durante los Juegos olímpicos de Barcelona. "Durante el día, íbamos a seguir los JO, por la tarde apostábamos en el casino. ¡Y ganábamos!".

 

Un juicio de 10 años finalmente ganado

Entonces la flotilla pretende ir a probar suerte en el extranjero. En un primer tiempo, en las islas Canarias. Luego en el resto del mundo. En poco tiempo, sin apostar cantidad de dinero, sus ganancias alcanzan los 250 millones de pesetas. Frente a esta suerte persistente, los responsables de los casinos, desamparados, intentan desanimar a los ganadores. "Nos acosaban, nos presionaban cuando estábamos en la sala. Un día, empezaron a expulsarnos con la fuerza, burlándose así de nuestros derechos - y nuestra dignidad. Sin embargo no hacíamos trampas. Al casino, puedes perder indefinidamente sin más. Pero, cuando ganas demasiado, te vuelves indeseable."

Por fin llegaron las interdicciones. Primero Madrid, luego todos los demás casinos. Víctima de sus éxitos, el clan se ve negar la entrada de los casinos. Y entonces el medio de aumentar sus ganancias.

Denuncian al casino de Madrid antes de regresar, con pocas ganas, a sus precedentes ocupaciones. Pero Los Pelayos no lo iban a dejarlo así. Conscientes del carácter excepcional de su aventura, Gonzalo e Ivan, animado por el cantante y amigo Joaquín Sabina, emprenden algunos años más tarde la escritura de un libro, la “Fabulosa Historia de Los Pelayos”, el cual se estrena en 2003 y obtiene un éxito inesperado, un verdadero éxito comercial, con más de 20 000 ejemplares vendidos.

Cadenas de TV y periódicos españoles revelan esta familia y les invitan los platos y columnas. Gonzalo e Ivan cuentan incansablemente su escapada y desvelan su método.

Al final las buenas noticias se sucedieron para la familia. Terminaron ganado el juicio. El tribunal supremo de Madrid, después de un proceso de 10 años, les devolvió el derecho de acceso.

También hubo la firma de un contrato con una sociedad importante de producción cinematográfica española interesada en la adaptación del libro. La película ya esta rodada, y se estrenara el día 27 de abril de 2012.

 

 

De la ruleta al poker

Observador infatigable del mundo del juego, Gonzalo García Pelayo guardó la ruleta en el guardarropa y decidió entonces atacarse al póquer.

Su nueva obsesión fue concebir también un método ganador.

Aunque el Texas Hold'em era todavía balbuceante en España, él le vio como una variante atractiva que iba a tener un gran éxito… Internet le dio la razón.

Igual que en el pasado, Gonzalo forma un clan, pero esta vez no únicamente con los miembros de su familia. Se rodea de una banda de "chiflados" del póquer que se encuentra, en el secreto más grande - el póquer siendo prohibido en España - en el salón interior de un pequeño bar madrileño.

En este bar nacerá su método ganador, el resultado de centenas de noches pasadas probando teorías estratégicas. Teorías que Gonzalo acabara difundir creando la primera escuela de poker en España (también sala de juego en línea): Los Pelayos Poker.

Fue en la parte trasera de este bar que Gonzalo enseño sus teorías a un joven barman ecuatoriano, el cual se volvió unos años mas tarde en doble campeón del mundo. Su nombre: Juan Carlos Mortensen.


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